Desde hace mucho tiempo y con relación a los proyectos, los responsables de llevarlos a cabo y los teóricos de la administración tanto publica como privada han comprobado que muchos de los procedimientos, herramientas y principios básicos de la administración se manifiestan poco efectivos para poder hacer frente a los problemas que se presentan, y lo que es peor aún, que cada vez que se presenta alguno, cuya magnitud rebasa las condiciones normales, requiere de recursos adicionales, y de una infraestructura de buen nivel, surgen entonces problemas de organización o de coordinación, y la infraestructura, que funcionaba de maravilla en un proceso normal, se ve deformada, débil y con resultados negativos en un proyecto.